Como de las derrotas se aprende más que de las victorias, este fin de semana hemos tenido ocasión de aprender mucho. Ni más ni menos que 0'5-3'5 fue el resultado que nos endosó el Xadrez Ourense en nuestra casa, y eso gracias a unas tablas algo inesperadas de Alvarito en el tercer tablero. Como siempre, hago un resumen de mi partida. Afortunadamente, a excepción de los errores clave, jugué con bastante precisión (el plan equivocado, pero con precisión), con lo que analizar los errores es muy sencillo. De hecho, según el ordenador jugué con más precisión que mi rival (es la primera vez que el Chessmaster coincide más conmigo que con mi rival en una derrota). Pero claro, los errores se pagan. Cometí tres errores.
El primer error fue el planteamiento de la apertura. Llevaba "bastante" preparada la siciliana, esperando a Óscar Salgado como rival, pero finalmente jugué con José Fernández Saavedra, que jugó e5. La última vez que jugué contra e5 fue hace casi dos meses en una sufrida partida que merecí perder con Francisco Sotelo; había usado la apertura de alfil (2.Ac4), pero me había quedado claro que debía prepararla antes de volver a utilizarla. Sin embargo, volví a jugarla ahora, quizás esperando llegar a alguna línea "que me sonase". Mi rival la jugó "al toque", entrando en la agresiva línea con c6, de modo que me quedaba claro que conocía la apertura.
El segundo error fue un error de estrategia, en la siguiente posición:
Sí, estamos aún en la cuarta jugada. Aquí la teoría dice Cf3, d5 y Ab3. El problema es que ahí se acaba todo lo que recuerdo de la teoría, de modo que decidí salirme de la teoría con 4. De2. La jugada en sí no es un error, pero sí el plan que la justifica. Yo pensé incautamente que De2 evitaba d5, porque el peón de e5 no me parecía envenenado. Creo que es la primera vez que tengo la ocasión de cometer un error de este tipo. Durante toda la partida, incluso después, hasta que el ordenador me dejó en evidencia, estuve convencido de que 4..., d5 no valía. De hecho perdí convencido de que la derrota se debía a errores tácticos (que los hubo), pero lo cierto es que tomar en e5 deja a las negras con ventaja. Mi rival jugó d5, claro, y yo tomé en d5 y luego en e5.
El resto de la partida me dediqué a "acorrear" el peón de ventaja defendiendo "demasiadas" amenazas de las negras. Hasta que llegó el tercer error. El grave. El error táctico:
El problema es que aquí me quedaban 23 minutos de reloj (por 43 de mi rival) y en lugar de estudiar las líneas que ya había visto (como Rc2, que parece la más segura), se me dio por forzar la situación en busca de un rebote... Y aunque mi jugada acabó siendo un error de cálculo, creo que la raíz del problema es algo más de sentido común: en esa posición no se puede esperar que las blancas saquen algún provecho de la táctica, viendo el desarrollo de uno y otro bando... Total, que gasté 20 minutos calculando las variantes que surgían de Da5, Dxf4+, Rc2, Axd3+. Yo había descartado el doble en c6, porque Ab6 defiende ambos alfiles. Jugué Da5, siguió Dxf4+, Rc2, Ab5 y evidentemente se me quedó cara de tonto (además de sólo 3 minutos en el reloj).
Con pieza de menos, el resto de la partida no tiene mucha historia, aunque me queda la "satisfacción" de haberlo jugado con bastante precisión para el tiempo que tenía... Lo único notable es la posición siguiente, en la que el ordenador apunta Ta4!, Ca2, Ta6 como una variante que quizás pueda llevar a las tablas (habría que analizarlo). La verdad es que tenía que haber estado más despierto, porque ni se me ocurrió que ese caballo negro estaba en mala posición...
Yo en cambio jugué Td7, lo que no es malo, porque acabé capturando el peón en b6 y teniendo yo uno pasado. Pero no fue muy complicado para las negras frenarlo, cambiar caballos y luego torres...
Más suerte para la próxima, chicos...
El primer error fue el planteamiento de la apertura. Llevaba "bastante" preparada la siciliana, esperando a Óscar Salgado como rival, pero finalmente jugué con José Fernández Saavedra, que jugó e5. La última vez que jugué contra e5 fue hace casi dos meses en una sufrida partida que merecí perder con Francisco Sotelo; había usado la apertura de alfil (2.Ac4), pero me había quedado claro que debía prepararla antes de volver a utilizarla. Sin embargo, volví a jugarla ahora, quizás esperando llegar a alguna línea "que me sonase". Mi rival la jugó "al toque", entrando en la agresiva línea con c6, de modo que me quedaba claro que conocía la apertura.
El segundo error fue un error de estrategia, en la siguiente posición:
Sí, estamos aún en la cuarta jugada. Aquí la teoría dice Cf3, d5 y Ab3. El problema es que ahí se acaba todo lo que recuerdo de la teoría, de modo que decidí salirme de la teoría con 4. De2. La jugada en sí no es un error, pero sí el plan que la justifica. Yo pensé incautamente que De2 evitaba d5, porque el peón de e5 no me parecía envenenado. Creo que es la primera vez que tengo la ocasión de cometer un error de este tipo. Durante toda la partida, incluso después, hasta que el ordenador me dejó en evidencia, estuve convencido de que 4..., d5 no valía. De hecho perdí convencido de que la derrota se debía a errores tácticos (que los hubo), pero lo cierto es que tomar en e5 deja a las negras con ventaja. Mi rival jugó d5, claro, y yo tomé en d5 y luego en e5.
El resto de la partida me dediqué a "acorrear" el peón de ventaja defendiendo "demasiadas" amenazas de las negras. Hasta que llegó el tercer error. El grave. El error táctico:
El problema es que aquí me quedaban 23 minutos de reloj (por 43 de mi rival) y en lugar de estudiar las líneas que ya había visto (como Rc2, que parece la más segura), se me dio por forzar la situación en busca de un rebote... Y aunque mi jugada acabó siendo un error de cálculo, creo que la raíz del problema es algo más de sentido común: en esa posición no se puede esperar que las blancas saquen algún provecho de la táctica, viendo el desarrollo de uno y otro bando... Total, que gasté 20 minutos calculando las variantes que surgían de Da5, Dxf4+, Rc2, Axd3+. Yo había descartado el doble en c6, porque Ab6 defiende ambos alfiles. Jugué Da5, siguió Dxf4+, Rc2, Ab5 y evidentemente se me quedó cara de tonto (además de sólo 3 minutos en el reloj).
Con pieza de menos, el resto de la partida no tiene mucha historia, aunque me queda la "satisfacción" de haberlo jugado con bastante precisión para el tiempo que tenía... Lo único notable es la posición siguiente, en la que el ordenador apunta Ta4!, Ca2, Ta6 como una variante que quizás pueda llevar a las tablas (habría que analizarlo). La verdad es que tenía que haber estado más despierto, porque ni se me ocurrió que ese caballo negro estaba en mala posición...
Yo en cambio jugué Td7, lo que no es malo, porque acabé capturando el peón en b6 y teniendo yo uno pasado. Pero no fue muy complicado para las negras frenarlo, cambiar caballos y luego torres...
Más suerte para la próxima, chicos...
2 comentarios:
me merezco haber perdido aquella partida, a ver cuando es la próxima. por cierto, saavedra es un jugador muy fuerte, hay que mantener el tipo como se pueda jeje
Gracias por el comentario (como ves esto está muerto hace tiempo).
Lo cierto es que por momentos los dos merecimos perder. Estuve mal, incluso perdido, hasta el final, donde cometiste los errores más graves. Espero que volvamos a jugar pronto y que no haya timos esta vez ;-)
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