Habitualmente un año tiene 365 días. Como mucho, a veces tiene 366. Salvo la excepción del 29 de Febrero, los días del año son siempre los mismos un año y otro, y aún así muchas veces nos cuesta trabajar mentalmente con las fechas: calcular a qué día de la semana cae tal fecha, o cuántos días hay entre dos fechas dadas.
El problema es que nos liamos con los meses. Cada mes tiene su número de días y, por si fuera poco, no se alternan siempre de la misma forma, pues hay dos meses de 31 días seguidos en verano, y otros dos en invierno, por no hablar del original Febrero...
Pero, insisto, los 365 días del año son los mismos siempre, y los podemos enumerar de 1 a 365. Los meses no son más que etiquetas. Enero es la manera de etiquetar a los 31 primeros días, Febrero a los días del 32 al 59, y así sucesivamente... Creo que tener esto presente es fundamental para no liarse cuando hay que hacer cálculos con fechas.
De hecho, para hacer cálculos, yo aconsejo usar estas etiquetas llamadas meses como marcadores de inicio, pero no de fin. Es decir, que Enero empiece el día 1 del año, Febrero el 32, Marzo el 60, etc... Pero no tienen por qué finalizar cuando otro ha empezado. Así, por ejemplo, al 10 de Febrero podemos también llamarle 41 de Enero.
Este simple "cambio de mentalidad" (para quien no pensase ya así), puede hacer que algunos cálculos sean realmente obvios, teniendo presente que para pasar de una "etiqueta" (mes) a la siguiente hay que restar el número de días de la primera (de Enero a Febrero, 31).
Por ejemplo, imaginemos que queremos saber qué día habrán pasado 51 días desde el 19 de Noviembre. Cuando era más joven, yo habría calculado cuántos días quedan de noviembre, y habría ido pillando días de los meses siguientes, pero... ¿para qué liarse? Si al 19 de Noviembre le sumamos 51 días, tenemos evidentemente el 70 de Noviembre.
¿Que hay que ponerlo en función de otra "etiqueta" más legible? Sencillo: 70 de Noviembre es lo mismo que 40 de Diciembre (le quitamos los 30 de Noviembre) y esto a su vez es 9 de Enero (quitando 31 de Diciembre). Así que el 9 de Enero. ¡Anda, pero si es mañana!
El problema es que nos liamos con los meses. Cada mes tiene su número de días y, por si fuera poco, no se alternan siempre de la misma forma, pues hay dos meses de 31 días seguidos en verano, y otros dos en invierno, por no hablar del original Febrero...
Pero, insisto, los 365 días del año son los mismos siempre, y los podemos enumerar de 1 a 365. Los meses no son más que etiquetas. Enero es la manera de etiquetar a los 31 primeros días, Febrero a los días del 32 al 59, y así sucesivamente... Creo que tener esto presente es fundamental para no liarse cuando hay que hacer cálculos con fechas.
De hecho, para hacer cálculos, yo aconsejo usar estas etiquetas llamadas meses como marcadores de inicio, pero no de fin. Es decir, que Enero empiece el día 1 del año, Febrero el 32, Marzo el 60, etc... Pero no tienen por qué finalizar cuando otro ha empezado. Así, por ejemplo, al 10 de Febrero podemos también llamarle 41 de Enero.
Este simple "cambio de mentalidad" (para quien no pensase ya así), puede hacer que algunos cálculos sean realmente obvios, teniendo presente que para pasar de una "etiqueta" (mes) a la siguiente hay que restar el número de días de la primera (de Enero a Febrero, 31).
Por ejemplo, imaginemos que queremos saber qué día habrán pasado 51 días desde el 19 de Noviembre. Cuando era más joven, yo habría calculado cuántos días quedan de noviembre, y habría ido pillando días de los meses siguientes, pero... ¿para qué liarse? Si al 19 de Noviembre le sumamos 51 días, tenemos evidentemente el 70 de Noviembre.
¿Que hay que ponerlo en función de otra "etiqueta" más legible? Sencillo: 70 de Noviembre es lo mismo que 40 de Diciembre (le quitamos los 30 de Noviembre) y esto a su vez es 9 de Enero (quitando 31 de Diciembre). Así que el 9 de Enero. ¡Anda, pero si es mañana!
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